Ya sea por la formación recibida en la Escuela Barcelona, ya sea porque siento predilección por los personajes mediáticos y “por la libertad poco convencional de sus ideas” si tengo que cerrar los ojos y pensar en un arquitecto que signifique algo especial para mí, ese sería Le Corbusier.
El pasado lunes 05 de mayo, la organización empresarial ‘cambra de serveis professionals’ ofrecía una visita guiada a la exposición Le Corbusier del CaixaFòrum con la doctora/arquitecta Marta Llorente. Me negaba a ser la única arquitecta que no había pisado la muestra expositiva que ha durado algo más de tres meses. La ocasión me vino al pelo.
A veces, cuando te dicen que algo es tan bueno tan bueno, acaba por decepcionarte. Esto, unido a que tengo a LC un tanto idealizado, podría haber provocado que mis expectativas terminaran en un completo fiasco. Pero resultó todo lo contrario. El mito sigue encumbrado, más aún si cabe.
La selección de piezas originales, algunas del MoMA otras préstamos de la Fondation Le Corbusier de París, aparecen cronológicamente frente al visitante como fragmentos que capturan instantes creativos para que aquél que conoce al artista pueda reencontrarse con el fetiche original, recomponer el proceso proyectual y recordar lo aprendido. Todo al mismo tiempo. Ahí radica el valor de esta exhibición que cuenta con un total de 215 objetos a través de los cuales vislumbrar parcialmente, como no podría haber sido de otra manera, seis décadas de intensa evolución artística.
De 400 proyectos arquitectónicos, 75 edificios construidos en 12 países, 40 libros, cientos de escritos, pinturas, fotografías…sólo una pequeña parte se ha materializado en el interior de una sala, suficiente en mi opinión para que alguien no versado en la arquitectura pueda entrever la relevancia del personaje y despertar su curiosidad por saber más. Ni qué decir del que ya lo conoce.
Recorrer estas obras me ha hecho recordar la optativa Ronchamp con Josep Quetglas. Nos dividimos por equipos, cada uno debía estudiar a fondo un fragmento de Ronchamp. A nosotros nos tocó la fachada norte. Escaneamos cientos de croquis de la obra completa de la biblioteca del colegio de arquitectos. Tratamos de comprender el proceso creativo pero por lo visto no acabamos de atinar. Supuse que algo se nos escapaba. Ahora pienso que leímos poco e inventamos mucho. Tal vez las matemáticas nos hubieran ayudado porque Le Corbusier sí supo entender el gran libro de la naturaleza.
Exposición: Le Corbusier. Un atlas de paisajes modernos Organización: Museum of Modern Art (MoMA) de Nueva York con la colaboración de la Fondation Dónde: Caixa Forum Barcelona – Avd. de Francesc Ferrer i Guàrdia, 6-8 Cuándo: Del 29 de enero al 11 de mayo de 2014 Horario: De lunes a domingo y festivos, de 10:00 a 20:00 h La exposición se traslada a Madrid Dónde: Caixa Forum Madrid – Paseo del Prado 36 Cuándo: Del 11 de junio al 12 de octubre de 2014 Horario: De lunes a domingo y festivos, de 10:00 a 20:00 hEn las fiestas del Sexto Centenario de la Universidad de Zúrich recibió el grado de doctor honoris causa en filosofía matemática, como reconocimiento de sus investigaciones sobre la organización de las formas y del espacio, distinción que le tomó de sorpresa pero en fin…. En 1945, después de los años de ahogo, encontró la manera de expresar en una frase el fondo de su emoción: “El espacio indecible” y lo formulaba así:
Tomar posesión del espacio es el primer gesto de los seres vivos, de los hombres y de las bestias, de las plantas y de las nubes, manifestación fundamental de equilibrio y de duración. La primera prueba de existencia es ocupar espacio.
Fragmento de El Modulor. Primera Parte. Capítulo 2. Cronología. Pg.28
Gracias por trasladarnos hasta allí 🙂
Un placer provocar ese efecto de ‘teletransporte’ : gracias!