Sección interior del espacio «La Catedral» © Ricardo Bofill, Taller de Arquitectura
Bofill, Ricardo y estar en boga
De mi anterior artículo, me guardé algún as en la manga. Federico me comentó algunos detalles que se quedaron en el tintero. Como introducción voy a echar mano de uno de ellos: hay publicaciones que le piden fotografías de su mesa de trabajo. Me llamó mucho la atención.
¿Qué carajo importa?
Nos imaginamos a un artista frente a ‘la hoja en blanco’ apoyada sobre su mesa o parpadeando en el monitor de su PC, la idea le viene por el entorno-mesa que le rodea y comienza a crear. Él haría lo mismo en cualquier otro lugar porque la inspiración está en él, pero es el cotilleo, el chismorreo, el gossip lo que nos impulsa a pedir este tipo de cosas.
El pasado 16 de de mayo a las 18.30h Arxius d’Arquitectura de Catalunya organizó una visita guiada al Taller de Arquitectura de Ricardo Bofill Levi, ubicado en el municipio de Sant Just Desvern, Barcelona. Excelente ocasión para inmiscuirme en los rincones del arquitecto postmodernista catalán, experimentar el entorno donde se ‘fabrican’ las ideas para sus proyectos, estar al otro lado del espejo.
Alicia se encontró con que estaba encaramada sobre la repisa de la chimenea, aunque no podía acordarse de cómo había llegado hasta ahí. Y en efecto, el cristal del espejo se estaba disolviendo, deshaciéndose entre las manos de Alicia, como si fuera una bruma plateada y brillante».
Through the Looking-Glass, and What Alice Found There. Lewis Carroll
Bofill, personaje de otra época que suena a clásico, como si ya no existiera porque no está en boga.Las modas confeccionan patrones, inventan medidores, construyen y derriban conceptos que obedecemos por intentar encajar. Ahora, cuando este arquitecto ya no está en el centro del debate, es un buen momento para hacerle una visita.
En 1973 Ricardo Bofill encontró una fábrica de cemento de principio de siglo en desuso. Había 30 inmensos silos, una chimenea altísima, 4.000m de galerías subterráneas, gigantescas salas de máquinas… y decidió transformar la rudeza en una obra de arte e instalar allí su casa-estudio. El proceso de remodelación empezó con una demolición selectiva hasta dejar visibles sus formas ocultas y duró alrededor de dos años. Quedaron 8 silos y un espacio llamado “La Catedral” por su monumentalidad. Sin embargo, Ricardo considera que La Fábrica siempre será una obra inacabada». Fuentes: HIC y Patrimonio Industrial Arquitectónico
Aun conociendo un poco la historia del lugar no sabía qué iba a ver exactamente. Sin embargo, al ver que nos reunimos un total de 50 personas a las puertas del Taller un viernes por la tarde, pensé que valdría la pena. Y me encantó la idea de recorrer los espacios de la mano de dos colaboradoras del estudio, Mariana Delas y Suchi Vora.
Empezamos todos juntos por el espacio “La Catedral” cuya estética y dimensiones resultan sobrecogedoras. Antiguas tolvas de la cementera apuntando sobre mesas de reuniones y un esquema en sección que pone en relación la casa con el estudio. Este volumen, al mismo tiempo, establece contacto directo con una exuberante área verde formada por eucaliptos, palmeras, olivos y cipreses. Es el summer garden for lunch. Imponente.
A continuación nos dividimos en dos grupos para visitar los silos. La mitad con Mariana y la otra mitad con Suchi. Yo formé parte de la segunda mitad a la que fui siguiendo al tiempo que recopilaba datos y fotografías, muestras de lo que me sorprendió durante la promenade: la organización, la calidad y el rigor de este taller, que hoy trabaja sin prisa pero sin pausa, desde la sombra, tangente al haz de luz de los focos mediáticos.
La Fábrica es un lugar mágico… Me gusta que aquí la vida esté perfectamente programada, ritualizada, en total contraste con mi turbulenta vida de nómada». Ricardo Bofill
DATOS:
- El ascensor de la chimenea de 105m de altura se instaló desde arriba usando una grúa.
- Los países para los que proyectan se han agrupado por plantas.
- Junto al pomo de las puertas hay placas metálicas numeradas.
- Todos los originales de las obras han sido escaneados y aparecen en la web.
- 2 personas 365 días al año dedicadas al mantenimiento del conjunto.
- Hay dos socios más: Peter Hodgkinson y Jean-Pierre Carniaux.
- Peter realiza todos sus bocetos en tinta roja.
- Cada uno tiene una manera distinta de afrontar la arquitectura.
- Oscilan entre el más puro estilo clásico y las formas orgánicas.
- Ricardo Bofill es una persona respetada en el estudio y fuera de él.
- Tiene una casa en el Priorat y elabora allí sus propios vinos.
- Va al despacho dos días por semana.
FOTOGRAFÍAS © Cristina Brun
«La Catedral»
Tolvas apuntando
Puertas numeradas
Mesa-Planera
Agua reuniones
Puertas-Grietas
Sala Maquetas
Bocetos Peter Hodgkinson
Espacio Exterior
Puerta acceso
Hola Cristina,
Me alegro de que disfrutaras de tu visita a La Fábrica hace un par de años.
Quizás Mariana o Suchi no se expresaron bien, pero hay dos datos que no son correctos:
1) Ricardo Bofill no tiene la casa en el Priorat, si no Peter Hodgkinson,
2) Ricardo Bofill trabaja todos los días de la semana, es Peter quien trabaja sólo dos días a la semana de manera presencial.