La vivienda original, la Rabadeira, fue construida en la década de los sesenta como residencia vacacional. Tras cuatro décadas pasando allí sus vacaciones, la familia se ha ampliado, hay nuevas generaciones y la casa original ya no puede responder a las necesidades actuales de todos los miembros de la familia.
El nuevo proyecto, realizado por Ignacio Peydro e Isabel Collado, estudio dosis (de) arquitectura, tiene como propósito albergar a toda la familia que actualmente consta de tres generaciones. En la vivienda original se sitúan los lugares de reunión y usos comunes de la familia, así como los dormitorios de la primera generación. En la ampliación están los dormitorios de las dos generaciones más jóvenes.
Esta nueva ala de la casa consta de dos cuerpos, el primero de conexión con la vivienda original y a su mismo nivel y el segundo, inferior aprovechando la pendiente del terreno, ambos se sitúan de manera transversal a la Rabadeira. La ampliación está formada por un muro multicapa que se curva sobre el terreno para dar lugar a los nuevos usos, en las habitaciones los techos también se ondulan sobre las camas para dar una mayor sensación de espacialidad. En la cubierta de los dos nuevos cuerpos se crea un jardín a dos alturas
En esta edificación se han seguido una serie de estrategias que tanto de forma activa como pasiva ayudan a la eficiencia energética del mismo comenzando por la cubierta ajardinada intensiva para favorecer el aislamiento de la vivienda, la situación de las ventanas está pensada para que reciban el mayor número de horas de sol posibles y cuenta con paneles solares de tubo de vacío.
Según los propios arquitectos la vivienda pretende ser un envoltorio neutro – sin aristas, sin color, sin textura – en donde la vida, la acción es la protagonista.
Autora: Andrea Arias de la Torre
Proyecto de arquitecta. Entusiasta de la historia, del arte y el paisajismo.
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