Hasta hace no mucho responder a la pregunta era bien sencillo, en ningún sitio porque no existen existían.
En 1996 se falló un concurso al que se habían presentado 44 propuestas para los billetes de euro, resultando ganador el austríaco Robert Kalima. El concurso especificaba que ningún elemento representado debería evidenciar a alguna nación europea, y por ello se inspiró en los distintos estilos arquitectónicos que se han venido desarrollando a lo largo de la historia. Puertas y ventanas en el anverso, y puentes en el reverso, con la intención de subrayar un pretendido espíritu colaborativo de los países europeos entre sí y con el resto del mundo. Nada es real aunque a simple vista bien pudiera parecerlo.
Pero en 2011 el diseñador Robin Stam tuvo la ocurrencia de construir a escala todos y cada uno de ellos para cruzar el río artificial que rodeaba una urbanización que se estaba construyendo en Spijkenisse. Según él, todo comenzó como una broma, que también le debió parecer graciosa al alcalde de la ciudad que decididamente apoyó el proyecto.
I thought it would be funny to copy something everybody used every day. When I spoke to the city council they thought it was funny too and were enthusiastic about actually doing the project.
Que cada uno juzgue si merecía la pena por el millón de euros que costó. Eso sí, ahora ya podemos asegurar que en una ciudad de Holanda están todos los puentes de los billetes de euro.
Personalmente y ya metidos en gastos hubiese alterado el diseño del río para recrear, artificialmente de nuevo, el acertijo de los 7 puentes de Königsberg que mucho me dio que pensar hasta que me rendí y miré la solución.
Los puentes de los billetes de euro en Spijkenisse
5€, Arquitectura Clásica
10€, Románico
20€, Gótico
50€, Renacimiento
100€, Barroco y Rococó
200€, Modernismo
500€, Arquitectura Moderna
Imágenes: Robin Stam y Wikipedia.
Un artículo de lo más interesante, no habíamos pensado nunca en ello… mi bueno 🙂
Fantástico!
Increíble!