Si todo el mundo se merece al menos 5 minutos de gloria, ¿por qué no toda construcción? Fijarse en edificios anónimos, sucios o degradados. Y elevarlos, literalmente, para que disfrutemos de su singularidad. Poéticas, testimoniales, trágicas y también cómicas. Así son las Casas Voladoras de Laurent Chéhère.
Laurent Chéhère es un artista francés amante de la arquitectura, el cine y los documentales, las ideas conceptuales, la manipulación, el retoque y el fotomontaje. Vive en Menilmontant, un barrio popular de París que le sirve de inspiración. Allí confluyen multitud de nacionalidades, una auténtica Torre de Babel según confiesa.
Casas Voladoras
Para su colección Casas Voladoras se ha inspirado en las visiones poéticas parisinas de Julio Verne, Moebius, Miyazaki, Wim Wenders, Fellini, Marcel Carné, Cocteau y muchos más. Y en su vecindario, especialmente gitanos e inmigrantes. Cada imagen es una denuncia de su realidad. Para ello aisla cada edificio de su contexto convirtiéndolo en algo más. Una especie de testimonio de las vidas de sus ocupantes.
Son globos aerostáticos unidos a tierra por cables de electricidad o teléfono. Metafóricamente, impiden que se vayan para siempre.
Toma cientos de fotografias de cada uno, generales y de detalle. Recopila cada elemento: cubierta, ventanas, canalones, chimeneas, antenas, graffitis, y hasta sus inquilinos. Cada collage es el resultado de la composición y retoque del puzzle completo. Me gustaría poder disfrutar de ellas visitando una exposición. Se muestran en gran tamaño lo que permite espiar cada detalle. En realidad cada uno encierra una historia en sí misma.
En su versión online a cada edificio lo acompaña una pequeña descripción. No tengas prisa, lee su historia y anécdotas junto a las impresiones del autor.
Si deseas adquirir online alguna de sus imágenes, en Unframed Photo están disponibles.
Imágenes tomadas de la web de su autor.
Vía un artículo de Architizer.
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