- Título PFC: Ecotono Pasaia
- Autor: Germán Andrés Chacón
- Tutor: Alberto Nicolau Corbacho
- Unidad Docente: Juan Carlos Sancho Osinaga
- Universidad: ETSAM – Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid (UPM)
- Curso: 2017 – 2018
Una zona de transición entre dos ecosistemas limítrofes donde conviven especies propias de las dos comunidades y los componentes ecológicos están en tensión. Es lo que los ecólogos del paisaje definen como un ecotono, concepto que inspira el proceso proyectual, que comienza con una lectura ecosistémica del territorio.
Identificamos en Euskadi dos capas básicas que lo conforman: matriz ecológica e infraestructuras. Y descubrimos que a todas las escalas tienen una relación de interdependencia, y aunque aparentan ser mundos paralelos que viven de espaldas inevitablemente se condicionan.
En la Bahía de Pasaia sucede lo mismo entre un ecosistema urbano formado por los barrios del este de Donostia y un ecosistema industrial, el puerto. Su relación está condicionada por: una concentración de la actividad urbana, unas áreas de transición no consolidadas, una acumulación de contaminación en el agua, un muy escaso frente marítimo y una naturaleza soterrada.
La Herrera es un lugar donde estas limitaciones se acumulan y esto se debe a que, durante más de medio siglo, ha sido un espacio disputado por un barrio y un polígono: dos tipos urbanos, dos tipos edificatorios. Cuyo espacio intermedio desvela su fricción no resuelta con usos informales del espacio, solares vacíos, naves obsoletas y edificios que han quedado aislados
Proponemos redefinir este espacio sin renunciar a su condición híbrida, ni como un barrio ni como un polígono, sino como la transición entre ambos. Con un carácter singular, que aúne los usos que en su interior se mezclan y una configuración dispersa, capaz de conformar un frente urbano permeable y diverso y un frente industrial eficiente. Mediante piezas normalizadas en cuatro tamaños que forman un extenso conjunto de baja densidad integrado por llenos y vacíos, piezas y patios, donde:
«Las funciones vienen a enriquecer lo construido y el individuo adquiere nuevas libertades de actuación gracias a un nuevo y cambiante orden” (Alison Smithson).
Presentamos una configuración quebrada, que se adapta a las condiciones climáticas permitiendo el soleamiento y la ventilación cruzada de todas sus piezas. Una distribución con la Casa Ciriza como actriz protagonista, hito industrial que ya ha sido apropiado por el barrio como centro cultural y que se conserva y centraliza las instalaciones que requieren la variedad de usos que alberga el conjunto en un sistema de optimización de la energía basado en la cogeneración.
El carácter híbrido del proyecto se traduce en un lenguaje formal que hereda la prefabricación y la normalización de la arquitectura industrial y el trabajo de la madera de la arquitectura tradicional y naval. Su desarrollo consiste en la definición de una arquitectura versátil, de un sistema soporte que permite la correlación de usos antes alejados. Formado por espacios diáfanos y envolventes retráctiles, contenedores de actividad adaptables cuya relación cambia en sección habitados por arquitecturas desmontables que varían en función de los usos. Con una estructura que establece un ritmo constante en el que los servicios se organizan en bandas transversales y mientras que el desnivel configura el espacio logístico, a una cota mayor se desdibujan los límites entre los usos y centro logístico, mercado, auditorio y café son una misma cosa.
Un conjunto que sigue un módulo de 3m en la estructura metálica y de 6 en la cimentación en el que se ordenan sus elementos estructurales: pilotes de 11m profundidad, encepados atados por vigas centradoras de hormigón armado, forjados unidireccionales de viguetas pretensadas en doble t, vigas armadas de tamaño transportable que en obra son unidas mediante placas de testa atornilladas formando pórticos, cables de acero que las arriostran y correas de madera. Juntos, estos elementos configuran cuatro tamaños de pieza de 8, 12, 16 y 20 m de luz, con variaciones en el canto de las vigas armadas de 180, 220, 300 y 360 mm en el centro del vano.
La envolvente de chapa de aluminio sigue la modulación de la estructura con dimensiones estandarizadas. Se adapta a la geometría curva de las piezas y se desplaza por unos railes abatiéndose, permitiendo una amplia variedad de configuraciones. Una solución técnica de la que se definen con especial atención los mecanismos de abatimiento de la envolvente, los encuentros entre piezas, los lucernarios y los testeros, que genera una atmosfera interior luminosa, cálida y cambiante, transversal al proyecto, presente en todas las piezas y todos los usos.
Una misma solución para cuatro escalas con instalaciones capaces de acoger situaciones diversas, en que lo que cambia son los usos y las arquitecturas perecederas que los hacen posibles, como las gradas y el escenario de un auditorio, los puestos de un mercado o las grandes estanterías de un centro logístico.
Para redefinir este espacio: una zona de transición entre dos ecosistemas limítrofes, el barrio de Trintxerpe y el polígono de La Herrera, donde conviven especies propias de las dos comunidades y los componentes ecológicos están en tensión. Lo que provoca situaciones indeseables en las que la vida cotidiana de un barrio tiene lugar en solares vacíos y caminos improvisados, entre vallas de obra, furgonetas, montones de tierra y naves industriales. Un lugar cuya condición de borde lo hace más vulnerable, pero también más rico y diverso, y es por esto que este proyecto de arquitectura libera y renaturaliza espacio para un entorno urbano congestionado. Acerca los pensadores de una industria futura a los posibles ejecutores de la misma, los desempleados de un barrio periférico a los empleos de un área industrial. Posibilita la cooperación entre usos antes ajenos, compartiendo patios y servicios, equiparando a sus usuarios. Visibiliza una industria habitualmente relegada a la periferia, reduciendo las cadenas de producción y por tanto su huella ecológica. En definitiva, redefine el contacto entre un barrio y un polígono como un ecotono.
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