Os presentamos este ático situado en un barrio de la cosmopolita ciudad de Praga, Vinohrady. Una vivienda de aproximadamente 200 m2. Los ajustes de disposición fueron mínimos, gracias a anteriores intervenciones. Simplicidad, calidez, amplitud, y sobre todo, mucha luz. Una de las piedras angulares en el diseño fue la gran colección de obras de arte que consigue bañar todo el espacio con un agradable ritmo cromático. Una reforma original y flexible, salpicada de diversidad, que consiguió generar un espacio ligero y abierto. Así el nuevo programa se articula con la intención de hacer llegar abundante luz natural a cada estancia, creando un interior dinámico, y altamente funcional.
Es imposible negar el protagonismo de la sala de estar, el auténtico corazón de esta vivienda, donde las estancias se articulan en niveles intermedios. Como si de un barco se tratara. Dominado por el creciente ficus y la espaciosa plataforma multinivel relajante que evoca el «horno rural arquetípico«. Este elemento interior atípico se personalizo especialmente para los clientes, integrando un sofá de gran formato con sillas y una mesa de conferencias, una biblioteca o un espacio interior que sirve a los niños como un búnker. Así la principal estancia de la vivienda se plantea diáfana, juntando diferentes partes del programa para dar forma a una única estancia multifuncional bajo la misma luz.
La barandilla de cuerdas entrelazadas se recubre a modo de quitamiedos, permitiendo al mismo tiempo la percepción de los distintos niveles como un todo y facilitando la entrada de luz hasta el último rincón de la casa. Los espacios se liberan y la casa respira. La pintura de gran formato del artista favorito de los propietarios queda ahora impresa en el cristal sobre el escritorio de la cocina, ofreciendo un escaparate de luz y color en un sorprendente efecto visual.
En este contexto unitario, el empleo de color es importante para crear escenas y definir recintos. Aquí se puede apreciar como un gran lucernario baña la estancia de gran luminosidad. La solución resultante emplea el banco como herramienta de cohesión, cubriendo la totalidad de la envolvente e incluyendo así la cubierta en el diseño interior; así las paredes hacen de fondo de galería neutral para una creciente colección de pintura. Un recorte circular sobre la pared entre el baño y la sala de estar parece sacado de un camarote.
La reorganización de las alturas permitió multiplicar los espacios y combinarlos con el patio y la terraza para sacar el máximo partido de la vivienda y acercar la luz de una fachada a otra.
El dormitorio con un estilo entre rural y futurista capta la atención, abriendo la estancia a una amplia terraza orientada al sur que dan a los techos del vecindario circundante, así la luz natural enciende el espacio, y todo queda sumergido en un ambiente apacible y delicado.
- Arquitectos: XTOPIX
- Fotografías: Ondřej Tylčer
Sobre la autora:
Teresa Cobos es arquitecta de profesión, interiorista de vocación y amante de la decoración. Eterna viajera y apasionada de la literatura. Defensora de los espacios creados para vivirse.
Sin duda alguna una casa muy acogedora, se aprovecha cada espacio de manera genial.
Interesante artículo de arquitectura, un saludo desde Ecuador de la empresa SUMAR
Teresa, me gustaría poder contactarme contigo.
Saludos
jp