“…Pero la justicia del sentimiento es todavía más dudosa (…) no es el resultado de ningún tipo de trabajo (…) sino de la suntuosidad…” 1
“…Los ojos desmesurados son los ojos de la alucinación y del éxtasis…” 2
“…ese elemento misterioso (…) aporta el sabor y el aroma de ese mundo más amplio e impenetrable en que todos nosotros y todos los cuerpos celestes tenemos nuestro ser (…) nadie lo puede explicar: solo puede demostrarse (…) “el disparate pertenece a otros mundos, a otras dimensiones y el gesto con que lo apartamos de nosotros a veces, la finalidad con que lo desechamos, atestigua su carácter inquietante” 3
“…mi pensamiento pugna por salir de su prisión (…) incluso a veces, durante el tiempo que dura un relámpago, me encuentro como suspendido en el aire ¡después caigo de nuevo!” 4
Le corbusier – La mer est toujours présente
El principiar es sucumbir un proceso sujetando una brecha anterior y dejar después apenas otra brecha para atar un consecuente. Es así una sucesión de anteriores. Sin embargo no se ha comenzado, pues no se ha abierto nada. Se requiere del absurdo que sobrepasa los límites asemejándose a una exageración o un irraciocinio. Avanzar por un principiar es una constante, la apertura idearía (ideas) es un hecho de sublevación en el proceso creativo.
Le Corbusier bebía infusión directamente de una vieja tetera porque, tan solo porque apreciaba no la tetera sino el mango de agarre. Pero nuestro personaje no sentía culpa alguna, la atracción corpórea aunado a esto la sensación somática del mango sustituirá pues la conjunción tetera-taza, una simplificación de la función a coste de un capricho sensitivo.
Puede que la imagen portadora de la infusión, sobrepase el sabor de la misma (la sustancia) que entenderemos como el contenido. A esta escena es necesario establecer un juicio validando todo tipo de partidas si se quiere, como el sacrificio, placer o inclusive una psicosis en menor grado. Pero es el juicio el que dictamos como un conjunto de razonamiento bajo una serie de aceptaciones comunales, una democracia de aceptación apenas perceptible, cualquier cosa que brinque en nuestra comprensión puede ser dictada como demencia ante lo común.
Empero no es así.
Del juicio podemos desprender dos polos el juicio que ejecutamos y el juicio que los demás dictan a priori de que se el que más resultados obtenga.
Para estar en el inicio se requieren pues: capricho sensitivo, contenido y la que dista este breviario “el juicio”
El rito de la tetera de Le Corbusier resume la postura de un arquitecto que apuesta por la controversia, misma que generará un control que altera el contenido y detona cualquiera naturaleza de juicios, donde poco importa el juicio en masa, el juicio reinante es el que se ejecuta. Este replanteamiento es el inauguro, su pareja es el disparate.
Despabilar la tierra, mover lo estable, explosionar la irrealidad, que el inauguro siempre es bello, porque se inicia tan sólidamente, que conforme se avanza al cuerpo o desarrollo de la empresa comienza a evaporarse como la sublimación, lentamente a olvidarse. Entonces el desenlace tiene ya una premisa, pero su valor no radica en lo que esta premisa expone, su valor precisa en el proceso de inventiva, de iniciación.
Desbordemos disparates que su cansancio nunca llega, los procesos imaginarios requieren de ellos, de pensar a dispar, sin un equilibrio que solape.
Ahondar en los misterios que no necesitan una redacción, más bien una demostración del genio, donde no solo es inicio, sino que abre un camino para los demás. Le Corbusier marco senderos, disparates que se pronunciaron en las peregrinaciones vestibulares de los Dominicos en la Tourette como en la procesión de formas y la luz de Ronchamp.
Referencias:
- John Ruskin, (2009). Las siete lámparas de la arquitectura. Ediciones Coyoacán S.A. de C.V., (pp. 20) México.
- Alfonso Reyes. Obras completas, tomo XI. FCE, (pp. 31) México.
- Henry Miller, (1987). S. la crucifixión rosada. Plaza & janes editores S.A., (pp. 238) Barcelona.
- Gustave Flaubert, (1986). Las tentaciones de san Antonio. Ediciones ORBIS, S.A., (pp.61) Barcelona.
Sobre el Autor: Mario Desaulo Pérez
Arquitecto imaginista amante de la sollertia, sofista-inventor, creador, promotor de ideas, hacedor de realidades. Colaborador en reseñas arquitectónicas y descriptivas para artículos digitales en distintas plataformas. Fundador de conjeturas arquitecturas un medio de relación poética entre arquitectura, ciudad y creatividad.
Atento a abstraer aventuras provenientes de la imaginación, de una suposición o de un asombro a manera de señal, en el mejor de los casos un síntoma erguido que la mirada ha acechado y la sensibilidad ha captado.
Lo que más me gusta de esta pagina es la variedad de artículos, todos muy interesantes. Os felicito.