El arquitecto portugués, ha diseñado su primer rascacielos residencial, en la calle 56, de la ciudad estadounidense de Nueva York.
El propio Álvaro Siza ha confesado que estuvo muy sorprendido por este encargo, ya que esta es la primera vez que una de sus obras se levantaban en la Gran Manzana.
Álvaro Siza no se ha hecho famoso por sus rascacielos. Entre sus torres más altas figuran el edificio New Orleans (2010), que levantó junto al estudio Buro M2R en Rotterdam (Países Bajos), o un edificio de apartamentos en Maastricht (Países Bajos). Por eso, este trabajo en una triple pirueta de la vida: su primer trabajo en EE.UU. es una construcción en (mucha) altura que el arquitecto aborda a sus ochenta y muchos.
El primer rascacielos de Álvaro Siza en Nueva York
«No esperaba tener la oportunidad de construir en Manhattan», declaró Siza en una entrevista con The New York Times. «A mi edad, pensé que había perdido la oportunidad. Me hizo muy feliz que me lo pidieran y pensé: ‘Bueno, veamos si todavía tengo energía para este proyecto», explicó desde su estudio de Oporto, donde aún trabaja fuera del foco de atención.
La torre, de 137 metros –37 pisos– se eleva en una estrecha parcela en el número 611 de la calle 56. De perfil escultórico y líneas puristas, sello de la casa Siza, tiene una fachada de piedra caliza Perla Blanca y vidrio que destaca por su simplicidad, así como por una corona monolítica de cuatro pisos de altura. Nada que ver con los rascacielos futuristas o las últimas construcciones con reminiscencias art déco construidas en los últimos años en Midtown.
El arquitecto, admirado por su sobrio estilo moderno que le ha otorgado los más altos honores de su profesión, incluido el Premio de Arquitectura Pritzker de 1992 o, más recientemente, el Premio Nacional de Arquitectura de España 2019, ha proyectado más de una veintena de obras en nuestro país, desde facultades hasta parques o edificios de servicio.
Los interiores de los 80 apartamentos de entre una y cuatro habitaciones están diseñados por la firma internacional con sede en Manhattan Gabellini Sheppard. Siguiendo la armonía de Siza, han mantenido la simplicidad con suelos y paredes de roble, cocinas con encimeras de mármol Grigio Nicola y baños de mármol griego Volakas.
«He disfrutado mucho trabajando en Nueva York, ha sido una gran sorpresa y una gran experiencia», concluye Siza, que ya vive para siempre en la ciudad de los rascacielos.
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