La arquitectura accesible busca que todas las personas, indistintamente de su estado o condición, puedan optar a un acceso libre de una manera segura y sin barreras ni obstáculos que puedan dificultar su autonomía diaria.
Hoy en día es fundamental que nuestras ciudades, edificios y viviendas estén ideados para lograr una mayor inclusión social. Sobre todo es importante para mejorar la calidad de vida de las personas con algún tipo de discapacidad o limitación a la hora de desplazarse.
Por ello, en el mercado existen distintas soluciones que ayudan a mejorar la autonomía de las personas mayores o con discapacidad. Te explicamos algunas de las más utilizadas.
Ayudas para mejorar la accesibilidad en edificios
Actualmente, la Ley de Propiedad Horizontal establece que la seguridad y accesibilidad universal deben ser garantizadas en los inmuebles de las viviendas para esas personas que así lo requieran.
Por ello, en el mercado existe un amplio abanico de soluciones salvaescaleras para la supresión de barreras arquitectónicas presentes en la administración pública y privada. También sirven para la adaptación de edificios comunitarios o viviendas particulares.
Una de las más empleadas para salvar pequeños desniveles son las rampas. Su instalación es muy útil si se tiene que suprimir una barrera arquitectónica en un edificio o emplazamiento. Sin embargo, hay que tener en cuenta que las rampas no pueden superar el 12% de pendiente y deben tener unas medidas concretas determinadas en el Código Técnico de Edificación.
En esos casos en que las rampas no son posibles, existen otras soluciones también muy prácticas y seguras:
Plataformas salvaescaleras
Las plataformas salvaescaleras, también conocidas como plataformas inclinadas, son una solución cada vez más empleada para mejorar la configuración de los espacios arquitectónicos.
Son una ayuda técnica ideal para el transporte de personas con discapacidad que se desplazan en silla de ruedas. Estas plataformas pueden disponer de un asiento abatible para transportar a personas con movilidad reducida.
Como su nombre indica, se trata de una plataforma o base que se desplaza por una guía que se fija siguiendo el recorrido de la escalera.
Estas soluciones son muy aconsejadas ya que permiten salvar todo tipo de desniveles verticales, adaptándose a escaleras rectas o curvas y en ambientes de interior e intemperie.
Además, las plataformas inclinadas se pliegan, por lo que ocupan muy poco en el lugar de instalación.
Elevadores verticales
El elevador vertical es un mecanismo de elevación que cumple con las necesidades actuales referentes al diseño arquitectónico del entorno. Facilitan el acceso de los usuarios superando desniveles en edificios o comunidades, de una manera fácil y sin esfuerzo.
Aunque son parecidos a los ascensores, los elevadores sirven para salvar distancias de corto recorrido y cuentan con una velocidad más reducida.
Estos elevadores no son útiles solo para las personas con movilidad reducida o en silla de ruedas, también mejoran la movilidad de todos sus habitantes y visitantes.
Los elevadores verticales encajan en cualquier entorno, pues existen una amplia variedad de diseños y estilos. Además, pueden adaptarse a las distintas particularidades físicas y estéticas del cliente y entorno. También existen elevadores que permiten integrarse totalmente con el entorno de modo que pasan desapercibidos allí donde se instalan.
Son una solución para acabar con las barreras arquitectónicas de comunidades de propietarios, edificios públicos, locales y todo tipo de emplazamientos.
Otras soluciones para la accesibilidad
Sillas salvaescaleras
Esta solución elevadora está compuesta por una silla que se desplaza por una guía que se sitúa siguiendo la forma de las escaleras. El usuario se sienta en ella para que le transporte hacia la dirección deseada, de una manera cómoda y segura. Las sillas salvaescaleras pueden salvar trayectos rectos o curvos, y distancias cortas de una planta o distancias más largas de varios pisos. Estas soluciones para la accesibilidad pueden instalarse en ambientes interiores y también existen versiones para exteriores.
Orugas subeescaleras
Estas ayudas técnicas son portátiles y sirven para subir escaleras o bajar a una persona en silla de ruedas o con movilidad reducida. En este caso, es necesario que un asistente transporte al usuario con la ayuda de la oruga.
La ventaja de esta ayuda es que no es necesario realizar mucha fuerza. Además, estas soluciones son de medidas reducidas y pueden plegarse. Esto es muy útil si queremos transportar y almacenar la oruga subeescaleras.
Debemos tener en cuenta que las sillas salvaescaleras y las orugas subeescaleras no proporcionan autonomía a las personas en silla de ruedas. Esto quiere decir que no se considera una solución efectiva que cumpla con las condiciones de accesibilidad.
No obstante, pueden instalarse siempre que se cuente con la conformidad previa de los usuarios y no se comprometa a la seguridad de utilización.
En conclusión, disponer de un entorno físico sin barreras es un derecho que debe tenerse en cuenta a la hora de diseñar nuestro entorno. Esto es primordial para conseguir una sociedad más inclusiva y que todas las personas dispongan de una igualdad de oportunidades real.
Sobre el autor: Válida sin barreras
Válida sin barreras trabaja para acabar con los problemas de accesibilidad y ofrece servicio a todos los municipios de España. Su equipo de técnicos y profesionales del sector, proporcionan asesoramiento gratuito y presupuestos a medida con el objetivo de mejorar la calidad de vida de las personas. Asimismo, realizan instalaciones de todo tipo de salvaescaleras para garantizar un entorno adaptado y libre de barreras.
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