Casa Decor 2021, se va a Ubicar en el número 3 de la Plaza de Canalejas, a escasos metros de la Puerta del Sol, la «Casa de Tomás Allende» se erige en la esquina con la Carrera de San Jerónimo. Este singular edificio, único en Madrid por su profusa decoración de estilo regionalista, fue proyectado por el arquitecto cántabro Leonardo Rucabado y construido entre 1916 y 1920. A la muerte repentina de Rucabado en 1918, fueron los arquitectos Ramiro Saiz Martínez y Pedro Cabello Maíz quienes lo finalizaron siendo fieles a su proyecto.
Uno de los elementos más imponentes es el torreón que envuelve la esquina con la Carrera de San Jerónimo, decorado con hermosas cerámicas realizadas en el taller de Daniel Zuloaga. En ellas se encuentran representaciones de la más diversa naturaleza: frutas, animales exóticos, faunos, grifos, medallones con perfiles clásicos, volutas, flores… toda una iconografía repleta de referencias, muy del gusto de la época.
La fachada del edificio destaca por la armonía entre la piedra caliza y el ladrillo rojo, con reminiscencias neomudéjares en algunas zonas. Además de las mencionadas conchas y el mirador de madera, la fachada está poblada de un sinfín de curiosos ornamentos de carácter historicista: un escudo imperial, escoltado por dos heraldos y un león, columnas jónicas estriadas y adorno de guirnaldas, cenefas, medallones y pináculos de piedra labrada, balcones corridos y de media luna con una rica rejería, remates de bronce… Tal profusión ornamental es lo que hace de la Casa de Tomás Allende un edificio espectacular y único en la arquitectura madrileña.
No es la primera vez que Casa Decor se celebra en esta zona. Ya en 2007 tuvo su sede en tres de los edificios de la Manzana de Canalejas, que ocupa hoy el Four Seasons, en una edición histórica con motivo de sus 15 años. Desde finales del siglo XIX, en esta emblemática plaza se inicia un proceso de edificación de sedes bancarias, que convirtieron la zona en el centro financiero de Madrid.
Casa Decor 2021 en la Casa de Tomás Allende
Antes de adquirir el nombre actual, se la conocía como la Plaza de las Cuatro Calles, ya que en ella confluían la Carrera de San Jerónimo y las calles de la Cruz, del Príncipe y de Sevilla. En 1912, tras el asesinato del jefe de gobierno José Canalejas, a escasos metros de ahí, se decidió rendir tributo a su figura renombrando la plaza con su apellido.Gracias a la reciente apertura del Complejo de Canalejas, la plaza se ha remozado y se ha reactivado toda esta céntrica zona, en la que aún podemos encontrar comercios centenarios como La Violeta o Lhardy o teatros como el Reina Victoria.
El edificio, con alrededor de 5.000 m2, está distribuido en bajo comercial, seis plantas sobre rasante de unos 600 m2 cada una y sótano. Dispone también de una exclusiva terraza con unas privilegiadas vistas sobre el centro de Madrid. La mayoría de los espacios interiores, de techos altos y acabados señoriales, cuenta con balcones a fachada, tanto hacia la Plaza de Canalejas como a la Carrera de San Jerónimo, dotando a las estancias de una espléndida luz natural.
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