Resumen
El presente artículo se centraliza en exponer como la vegetación es fundamental para brindar confort en los espacios interiores, a través de los múltiples beneficios ambientales y sociales. Se hace una clasificación de los diferentes tipos de vegetación que componen los espacios, para saber cómo mejora notablemente la calidad de vida. Describe el estado y problemática de la vegetación interior (espacio y mantenimiento). El objetivo del presente es usar la información recopilada para tener el sustento teórico y poderlo llevar a la práctica, entendiendo la relación arquitectura-vegetación.
El desconocimiento del paisajismo interior
Introducción
Hoy en día la población humana de México aumenta a un ritmo elevado, aumentando 28 millones de habitantes desde el año 2000. Para el año 2062, la ONU prevé que México alcance su pico de población más alta, con un aproximado de 157 millones de habitantes, es decir, 32 millones más que los registrados en 2018. Con estos datos se puede concluir que existirá una mayor demanda en la construcción de viviendas, lo cual podría traer algunas consecuencias como la sobreexplotación del suelo, acabando con las áreas naturales. Lo mismo se puede decir de la gran cantidad de recursos que serán requeridos para el confort de las viviendas.
Haciendo hincapié en lo mencionado anteriormente, la investigación realizada para este artículo es nutrir de información el tema del paisajismo interior, ya que actualmente no hay suficiente en comparación con el paisajismo a gran escala (urbano).
Así como también demostrar sus virtudes en viviendas residenciales e incentivar su uso más constante por los arquitectos y por los mismos usuarios.
En arquitectura se puede usar el término Paisajismo, es un concepto con dos grandes usos. Por un lado, el término refiere al arte que consiste en la planificación, el diseño y la conservación de parques y jardines. Por otra parte, la noción está vinculada al género pictórico que se dedica a la representación de paisajes. Se sabe hoy en día de algunos beneficios del implemento de vegetación en la arquitectura, pero, aun así, no se hace el uso suficiente de la misma.
El paisajismo es considerado como el arte de proyectar, planificar y diseñar espacios abiertos, ya sean públicos o privados. Claramente la función más importante de los profesionales que se dedican a esta rama es la de crear y preservar la belleza natural que rodea al hombre.
Gran parte de las construcciones en México carecen de espacio, por ejemplo, las viviendas de interés social dependiendo de la región, pueden llegar a ser de hasta 28 metros cuadrados que pueden ser ubicadas en predios que pueden medir desde 75 metros cuadrados, dejando una zona para patio, servicios, iluminación natural, o cualquier otro uso, de poco más de 40 metros. Las medidas aproximadas de una casa del Infonavit es de Recámaras: 9 m². La sala/ comedor debe tener como mínimo 15 m². La cocina como mínimo debe tener 2.70 m². El baño 2 metros de largo por 1.5 de ancho.
Con estos datos se puede decir o llegar a la conclusión que las viviendas en México son pequeñas, lo que podría ser una consecuencia del porque las personas no hacen uso de la vegetación en sus casas, creo que prefieren tener un metro cuadrado más en una recámara que tener un par de macetas con plantas o un jardín más amplio.
Los paisajes interiores aportan una variedad de beneficios para la salud, se ha demostrado que los espacios verdes reducen el estrés, mejoran el estado de ánimo y aumentan la productividad en el lugar de trabajo. Por ejemplo, en las oficinas la mayoría de los empleados pasan el 90% de su jornada laboral en interiores, y el aire dentro puede estar muy contaminado con moho, productos químicos y dióxido de carbono. El paisajismo interior mejora la calidad del aire interior al liberar oxígeno y filtrar contaminantes nocivos. De no contar con una buena ventilación natural o con algunas especies de vegetación puede provocar el famoso síndrome del edificio enfermo, donde todos los usuarios empiezan a bajar su rendimiento laboral.
Los investigadores están de acuerdo que la variable de densidad y área foliar es determinante en la mitigación de la temperatura. Los estudios que se han realizado a escala micro se hicieron mediante monitoreo en campo, por medio del uso de software para la simulación de los efectos de la vegetación. En escala micro Kramer & Kozlowski (1960) mencionan que un árbol es por naturaleza un “enfriador evaporativo”.
En escalas más grandes, de acuerdo con Kuo y Sullivan (2001) y su estudio sobre las áreas verdes y su impacto en la ciudad de Chicago, estas ayudan a reducir los índices de violencia doméstica. Donde a los adultos, les proveen de lugares adecuados para convivencia y ejercicio.
De esta manera, se podría seguir mencionando los diferentes beneficios del paisajismo interior, pero desgraciadamente existe una gran parte de la población que no sabe acerca de estos datos, un ejemplo en México, de los 24 millones de viviendas habitadas existentes en el país, 23.6% son autoconstruidas, según el último censo de Población y Vivienda del Inegi. Esto quiere decir que casi un cuarto de la población no es asesorada por un experto en la construcción (arquitecto o ingeniero civil), y a esto le restamos que no todos los arquitectos o ingenieros implementan vegetación en sus proyectos.
Una de las principales problemáticas por la cual muchas personas no tienen jardines con vegetación es por el mantenimiento. Un jardinero cobra por sus servicios, aproximadamente entre $100 y $150 por hora, esto en México, esto desde el punto de vista económico. Pero también entran otros factores de mantenimiento, es decir, en una casa con un árbol relativamente grande de hoja caducifolia, tira sus hojas en determinada época del año, lo que provoca un exceso de basura y un mayor trabajo.
Sin embargo, se sabe que para mantener un jardín en buen estado no solo se requiere dinero, sí no, que también entran en juego otros factores como las mascotas, un ejemplo son los perros, ya que muchas personas o usuarios o habitantes no acostumbran a tenerlos en los jardines, lo cual podría ser un error, lo cual provoca manchas en el césped con su orina y hasta la muerte de algunas especies de vegetación. Se menciona lo de los perros porque son los favoritos, ya que los caninos representan el 85 por ciento de las mascotas, es decir, alrededor de 19 millones.
La vegetación como estrategia de enfriamiento pasivo.
En el siglo XX, a partir del año 1940, ante la amenaza de vivir en situación de catástrofe nuclear y ecológica surgen nuevas concepciones y la idea de la ciudad sostenible, se menciona que los espacios verdes urbanos tienen la habilidad natural de filtrar los contaminantes en el aire y mitigar la temperatura del aire y del suelo, además de generar beneficios a la salud para la comunidad.
(Huang, 1992) establecen que el enfriamiento causado por la vegetación se presenta de dos maneras, directa e indirecta; el efecto directo de la vegetación es causado por el sombreado y el bloqueo del viento, mientras que el efecto indirecto es causado por el fenómeno de la evapotranspiración. En algunos estudios se menciona que, sin importar el tamaño de las áreas verdes, todas tienen la capacidad de enfriamiento. Se ha observado que el potencial de mitigación de temperatura varía entre tipo de especie, se ha observado que los árboles tienen un mayor potencial de mitigación que los arbustos y cubre suelos.
Vegetación y salud
Sabemos que plantar vegetación puede ayudar al medio ambiente mediante la reducción de las aguas residuales, la captura de carbono y mitigar los efectos del cambio climático. Los nuevos hallazgos sugieren un posible beneficio conjunto la mejora de la salud mostrando a planificadores, arquitectos paisajistas y políticos una herramienta para el desarrollo de lugares más saludables.
Una de las principales actividades que realizan las plantas es la filtración del aire.
Humidifica el ambiente
Una planta incrementa la humedad en el aire. Esto nos beneficia porque contribuye a que mantengamos nuestras mucosas, la garganta y la piel bien hidratadas. Asimismo, evita que padezcamos otros males derivados de un ambiente seco como son la tos o la irritación de la piel.
Reduce el ruido
Las plantas reducen el ruido, sobre todo en lugares cerrados y con suelos duros, aunque esta alteración acústica se percibe más cuando la frecuencia del sonido es muy alta. Se puede decir que ahoga los sonidos.
Mejora el ánimo y el bienestar
Tener plantas tiene efectos psicológicos y anímicos positivos. El contacto que se mantiene con éstas no determinará dichos efectos, pues serán igual de favorables tanto si se contemplan como si se trabaja con ellas.
Reduce el estrés, relaja y anima
Las plantas incrementan el nivel de concentración y comprensión, y atenúan sentimientos negativos como el miedo o el enfado. Además, está comprobado que un enfermo se recupera más rápido y mejor en presencia de flores y plantas. Psicológicamente han resultado ser un estimulante absolutamente sano y natural. De ellas han derivado la cromoterapia y la aromaterapia, técnicas que ratifican que la influencia de los aromas y los colores, además de las funciones físicas y químicas de las plantas, estimulan y crean una sensación de bienestar en las personas.
Tipos de vegetación
Para conseguir un resultado final exitoso es fundamental conocer las dimensiones físicas de las especies vegetales que se van a utilizar como recurso protagónico en un determinado proyecto. Al acertar en la composición de volúmenes y formas se conseguirá un resultado óptimo. Por ello al tener un buen manejo e identificación de las diversas plantas se logra adquirir una elección precisa con el fin de que éstas tengan una buena adaptación al espacio y a las situaciones que se les designen.
Como es sabido, el mundo vegetal es enormemente variado, por lo cual una acepción práctica y popular que las organiza se centra en las características morfológicas que éstas poseen, es decir, el tamaño y aspecto que éstas presentan, así como también, su tipo biológico y forma de vida. Así lo explican (Harrel, 2003)en el libro Arbustos I, donde sostienen y agregan que:
“En la antigüedad, Teofrasto, discípulo de Aristóteles, clasificó a las plantas en tres grupos: hierbas, arbustos y árboles»
Esta autora plantea que el primer grupo se conforma por los árboles que son las especies perdurables y de gran tamaño:
“Son árboles cuando tienen un eje único o fuste y la ramificación secundaria sale desde una altura elevada.” (Harrel, 2003)
En el segundo grupo se encuentran los arbustos que son más pequeños que la especie anterior, de altura mediana, se ramifican desde el suelo y tienen una vida media. El tercero se conforma por las herbáceas que son de menor tamaño aún, y más frágiles que los grupos anteriores. Éstas se diferencian por no tener leño, sobresalen apenas de la tierra, por lo general tienen una vida corta y se cultivan con fines ornamentales o comestibles. (2009).
Árboles
Existe una extensa variedad de estas especies, por ello también diversas familias, pero, lo que tienen en común todas es su fundamento botánico. Estas plantas perennes autónomas o caducas pueden llegar a sobrepasar fácilmente los seis metros de altura y se caracterizan por tener un tallo leñoso, es decir, un tronco y ramas, los cuales pueden llegar a demorar en desarrollarse en un lapso de un año. (Linford, 2009).
Cabe destacar que “las únicas células vivas del tronco y las ramas de un árbol se encuentran justo debajo de la dura corteza exterior impermeable. Esto explica que un árbol pueda tener un tronco hueco y crecer normalmente”. (Linford, 2009, pág. 11)
Para facilitar la identificación de una especie existe una serie de rasgos físicos que permiten reconocer y determinar a qué árbol nos estamos enfrentando. Por ello, se puede prestar atención en sus hojas, corteza, flores, yemas y su forma estructural. El primero que menciona la autora es la identificación basada en la estructura de sus hojas y como punto inicial se debe cuestionar si el árbol las conserva durante el año completo. En este caso se habla de que es una especie perennifolio, es decir, perenne. Por el contrario, si las pierde en otoño, se trata de una planta caduca.
Otra opción es centrase en el fruto, que al igual que las flores, resulta relevante apreciar la disposición que tiene éste en el árbol, ya que puede ser que cuelgue de un péndulo o este unido a la rama.
Arbustos
Éstos son todos aquellos que poseen tallos leñosos y que generalmente se ramifican desde la base.
Por otra parte, se plantea que respecto al valor estético se pueden encontrar algunos de éstos que se destacan por sí solos o por su color, o en otros casos, pueden no tener un atractivo decorativo. Estas características físicas son las que: le dan al arbusto su forma: alto, esbelto, globoso o aplanado, achaparrado, rastrero.
Este tipo de vegetación se caracteriza por no tener demasiada altura, esto depende también de cómo sea su mantención, puesto que, si se deja crecer el mismo de manera natural, es decir, libremente, su crecimiento será mayor. Por lo general estas plantas se elevan del suelo entre los cincuenta centímetros y los cuatro metros como máximo.
Cabe destacar también lo expuesto por la diseñadora de jardines Eva Giner, la cual sostiene y clasifica a los arbustos como los protagonistas principales de los espacios verdes, esto debido concretamente a las ventajas de tipo estructural que los mismos poseen y que nos otorgan. Por ello, hace hincapié en el tamaño de éstos, sosteniendo que esta característica es primordial y útil, debido a esto, las elecciones de estas especies vegetales con frecuencia resultan ser aplicadas en jardines pequeños o medianos. 52 Adicionalmente afirma que éstos no requieren de un suelo profundo para crecer óptimamente, por el contrario, están los árboles que si lo necesitan.
Cabe destacar también que es fundamental considerar la exposición solar que necesita la especie en cuestión, con el fin de que ésta tenga un buen desarrollo y una vida perdurable. Se puede notar tres tipos de requerimientos esenciales de las plantas respecto a la exposición solar, están las de pleno sol, las de media sombra o las de sombra, y adicionalmente, el clima es un factor importante para tener en cuenta, ya que éste puede ser templado, frío o marítimo.
Este tipo de vegetación nos permite concederles diversas funciones en un jardín determinado, como, por ejemplo, estructurar espacialmente, cubrir visualmente lo que no se quiere mostrar, delimitar el espacio y amortiguar los ruidos del entorno.
Adicionalmente, es conveniente destacar que es primordial tener conocimiento del tamaño que llegará a tener la especie en su etapa final de crecimiento, así como también de todas sus cualidades de carácter ornamental. Como se menciona anteriormente, los usos de éstas se reflejan en lo funcional, pero, además se debe tener en cuenta su gran aporte estético que entrega a un jardín, que puede ser por medio de los colores, formas, texturas y perfumes.
Herbáceas
Lo que caracteriza a estas hierbas es que no poseen leño, es decir, su anatomía física es de una consistencia blanda debido a que no están lignificadas como los árboles y arbustos que fueron presentados anteriormente.
Dentro de esta categoría se encuentran las anuales, que como su nombre lo dice, se desarrollan en un lapso no mayor a un año, por lo tanto, éstas expiran cuando ya cumplen su período vegetativo. Por otra parte, también están las bianuales que llegan a vivir dos años como máximo, o sea, en el primer año se desarrollan y posteriormente en el segundo florecen, fructifican y luego mueren.
Adicionalmente, en el grupo de las herbáceas se encuentran las que perduran por más de dos años como las gramíneas, bulbosas y las acuáticas.
Anuales – Bianuales
Según lo que sostiene Cané en el libro Jardinería práctica (2009), las plantas anuales o de estación son todas aquellas que luego de germinar y florecer terminan su ciclo de vida en un lapso de un año.
Estas herbáceas de temporada conocidas también como plantines florales se caracterizan por sus colores llamativos, por la diversidad de formas que se pueden encontrar en sus flores y por sus variadas alturas. Cabe destacar que una gran ventaja que se obtiene al utilizarlas en un proyecto paisajístico es que con éstas se puede conseguir plasmar el color que se busca inmediatamente. Pero, hay una desventaja que se relaciona con su acotada vida, por ende, una vez que mueren deben ser arrancadas y ser reemplazadas por otro cultivo o plantas si se desea, con la finalidad de que no quede suelo libre en el jardín.
En el caso de que no se quiten del jardín, estas plantas se resembraran por sí solas debido a que producen una importante cantidad de semillas.
Dentro del grupo de las bianuales se pueden encontrar las especies reconocidas vulgarmente como la dedalera, la moneda del Papa o flor de plata y el alelí de Liberia.
En cuanto al cuidado y las exigencias de estas plantas, no difieren de las anuales, obviamente, es preciso estudiar la especie en cuestión y considerar la ubicación que se le destina, puesto que todas no necesitan de los mismos requerimientos de suelo, exposición solar y riego para que tengan un desarrollo sano.
Gramíneas
Según lo expuesto en el libro Gramíneas y bambúes, por el escritor y diseñador de jardines Noël Kingsbury, estas plantas se encuentran dentro de las más dominantes de la Tierra, debido a que tienen un eficiente sistema de fotosíntesis, por ello, se pueden adaptar a las disminuciones de niveles de dióxido de carbono originados por la contaminación que produce el hombre en el planeta. Adicionalmente, las mismas se pueden llegar a extender de manera rápida y sistemática dado que sus flores son anemófilas, en otras palabras, para la producción de semillas éstas no precisan de los insectos polinizadores.
Estas herbáceas han sido relevantes para la formación de las grandes civilizaciones del hombre en la historia, debido a que éstas eran su principal sustento alimenticio. Estas plantas entonces se han utilizado tanto como alimento y forraje para el ganado, pero también se han empleado para la ejecución de productos médicos, artesanías y en usos de tipo industrial, como lo es en la construcción y en la industria de la perfumería y esencias, así también su uso se ha contemplado en actividades recreativas y de tipo ceremoniales.
Las gramíneas se caracterizan por ser muy propicias para diversas condiciones climáticas, explica Kinsbury, sosteniendo que pueden soportar frío, sequía, viento y salinidad, debido a esto entonces, considera que estas plantas están dentro del grupo de las más tolerantes a climas extremos, por ello, pueden ser aptas para ser ubicadas en donde el entorno ambiental puede ser muy duro.
Cané por otra parte, agrega que:
“a las gramíneas no es necesario ‘malcriarlas’ porque, por lo general, no son demasiado exigentes. Sólo requieren suelos flojos, con buen drenaje, que aseguren un correcto desarrollo radicular”. (Cané, 2009, pág. 66)
Respecto a la actividad vegetativa de estas herbáceas Kinsbury sostiene que se pueden dividir en dos grupos, en el primero están las de ciclo primavero-estival, por lo tanto, desarrollan su crecimiento vegetativo en las temporadas cálidas, es decir, al comienzo de la primera y se extiende hasta los principios de otoño. Cuando llega la temporada fría, las mismas entran en reposo para luego retomar su crecimiento en las épocas cálidas.
Desde otro punto de vista, relacionado con los aportes estéticos que nos entregan estas especies de varios tipos, primeramente, se encuentra el valor ornamental particular de sus formas que suelen ser llamativas e impactantes. Su textura también puede ser un foco de atención, puesto que hay algunas de éstas que remiten a sutiles nubes con sus delicadas inflorescencias, así como también a texturas más duras, en el caso de las que poseen hojas anchas y brillantes. Otra cualidad significativa que se puede encontrar en las mismas es que emiten sonido con el viento, todas poseen un sonido distinto, puesto que, depende en cierta medida del tamaño de la especie, la cantidad de hojas que posee, la altura y los tallos con sus inflorescencias. El movimiento también es una de sus cualidades representativas puesto que muchas gramíneas se pueden mover con la brisa más suave, por ende, aportan dinamismo a los jardines.
Bulbosas
Por lo general, éstas se llevan a cabo bajo la tierra y se caracterizan por el engrosamiento tanto de raíces, tallos, bases de hojas, entre otras, con el objetivo principal de que se ejecuten las funciones de desarrollo y crecimiento de la planta, así como también su propagación.
Cabe destacar que estas especies han evolucionado para supervivir en el trascurso del tiempo ante condiciones climáticas extremas, catástrofes naturales, tales como, incendios y sequias. Cuando llegan las épocas desfavorables la parte área de algunas de estas plantas desaparece, por lo tanto, permanece oculto y en reposo su órgano subterráneo y cuando se presentan condiciones favorables, en cuanto a luz, agua y temperatura, vuelven a comenzar su ciclo vegetativo.
Algunas de las especies más conocidas que pertenecen a este tipo de bulbosas se conocen por su nombre vulgar como clivia, agapanto, papiro enano, achira, cala, entre otras.
Acuáticas
El experto en jardinería e historia natural Stefan Buczacki, sostiene que estas herbáceas se caracterizan principalmente por poseer un crecimiento en un medio acuático, por ende, gozan de una correcta adaptación en este hábitat. Estas especies se pueden encontrar en lagos, estanques, pantanos, orillas de ríos, entre otros, y se clasifican según la ubicación que conservan dentro del agua, por ello, existen cinco tipos de plantas acuáticas, las de follaje flotante, las flotantes, las sumergidas, las palustres y las marginales.
Cabe recalcar que éstas se desarrollan muy rápido, por ello, es preciso controlarlas ya que son invasoras, por lo tanto, no deben sobrepasar el 50% de la superficie del lugar en donde se ubican. Algunos ejemplos de éstas son las conocidas vulgarmente como “lentejitas, camalotes, repollitos de agua”.
Atmósferas creadas con la vegetación
Cuando hablamos de atmósfera nos referimos siempre a un sentido espacial del ambiente. En todos los idiomas el término goza de un extenso vocabulario que lo describe; la atmósfera puede ser sublime, agradable, elegante, tensa, opresiva, cargada, melancólica, positiva.
Al concepto de atmósfera. Según Zumthor la atmósfera habla a una sensibilidad emocional, una percepción que captamos de una forma extremadamente rápida. Se produce cuando “entro a un edificio, veo un espacio y percibo una atmósfera, y en décimas de segundo, tengo la sensación de lo que es”.
Al pensar en diseño de interiores se suele pensar en muebles, decoración, colorimetría, etc., pero no siempre se piensa en la inclusión de plantas como algo involucrado directamente con el diseño de espacios, y debería ser así. La relación del pequeño jardín con la decoración de interior es extremadamente válida. Debería ser así porque es un acompañamiento al diseño que se proponga para un espacio y es algo que va a resaltar al diseño tanto positiva como negativamente.
Los patios, balcones y terrazas que cuenten con zonas verdes, favorecen y realzan al diseño interior, es por eso que se debe sacar provecho en todo momento de la ubicación de plantas, colocándolas estratégicamente para causar sensaciones en el interior de las habitaciones que cuenten con ventanales que den al exterior o a algún jardín interno.
Los patios, ya sean interiores o exteriores, pueden ser considerados como el pulmón de la vivienda. El resto de las habitaciones se distribuyen alrededor de este espacio para aprovechar al máximo la ventilación y la luz natural. Algunos cuentan con pequeños jardines con un parterre o césped, flores e incluso árboles que pueden alcanzar la altura del edificio. Las puertas correderas o las ventanas fijas favorecen la continuidad visual a la vez que protegen el interior. Cuando existen varios patios, cada habitación, nivel o zona dispone de su propia salida al exterior.
Conclusión
En el diseño de interiores es importante el implemento de la vegetación, ya sea solo por el punto de vista estético o por alguna estrategia pasiva. De cualquier forma, se reciben un sin número de beneficios, pero desafortunadamente existe mucha desinformación. Es importante seguir investigando para proporcionar herramientas a los arquitectos y urbanistas para la incorporación de la vegetación en los proyectos y se tenga la certeza de sus beneficios bien fundamentados, además de tener la seguridad de no causar efectos adversos, como humedades o plagas.
Referencias Bibliográficas
- Cané, L. (2009). Jardinería Práctica. Buenos Aires: El jardín en la Argentina S.A.
- Conversation, T. (22 de Enero de 2021). El Financiero .
- Harrel, J. B. (2003). Arbustos l, nativos y exoticos. Buenos Aires: L.O.L.A.
- Huang, J. (1992). The Benefits of Urban Trees. Dorsano, J. . Huang, & S. .
- Infosalus. (15 de Abril de 2016).
- Linford, J. (2009). Árboles. Barcelona: Parragon Books Ltd.
- Serrats, M. (2010). Terrazas, balcones, cubiertas ajardinadas y patios. Barcelona: LOFT Publications.
- Tarling, T. (1996). Minijardines. Madrid: LIBSA Editorial.
- Verd, A. D. (08 de Septiembre de 2008). Canales sectoriales.
- Zumthor, P. (2006). Atmósferas, Entornos arquitectónicos. Las cosas a mi alrededor . Barcelona: Gustavo Gili.
Sobre el Autor: Daniel Mondragón Navarrete
Estudiante de arquitectura (México) con línea terminal en Bioclimática de último semestre, entusiasta por aprender y poner en practica nuevos sistemas constructivos sustentables.
Gracias por tan interesante artículo