No fue la primera vez y no será la última. Ponerme a ver un vídeo en youtube y acabar visualizando todos los del canal. Al menos en aquella ocasión no fue de una sentada. Kaplamino, que así se llama, empezó con los típicos circuitos de dominó. Poco a poco fue complicándose hasta dar el salto y crear coreografías con canicas impulsádas por variados mecanismos.
Kaplamino y sus coreografías con canicas
Sus primeros circuitos se desarrollaban en el espacio. Construía auténticos castillos de piezas de madera que miedo da pensar volverlas a montar tras cada fallo. Pero en sus últimos vídeos ha cambiado las tres dimensiones por tan solo dos. Un plano donde configurar un recorrido por el que conducir una o varias canicas de un punto a otro.
La precisión resulta necesariamente milimétrica en la colocación de los diferentes objetos. Y su sincronización a veces a la décima de segundo. Todo debe suceder cuando y como estuviese previsto. Como si fuesen máquinas de Rube Goldberg proyectadas sobre un plano.
DoodleChaos, rizando el rizo
Y esperando a que Kaplamino sacase un nuevo vídeo, youtube me sugirió otro canal parecido. Lo acabo de descubrir así que aún me quedan muchos por ver, pero ya me ha ganado. Se trata de DoodleChaos, quien ha seguido una una trayectoria similar a Kaplamino. Pero de las coreografías con canicas ha pasado recientemente a la animación de recorridos sincronizados con música.
En este caso se trata de un icono, a veces su propio avatar, que sigue un recorrido similar al de las canicas pero al ritmo que marca la canción que suena. Incluso se ha atrevido a sincronizar también un recorrido normal, no dibujado, si bien el resultado no me parece tan perfecto.
Por supuesto, su canal también muestra vídeos de coreografías con canicas, circuitos de dominó e incluso máquinas de Rube Goldberg.
Deja una respuesta