Del filme Inside out, que no del revés sino de adentro hacia afuera, se desprende una máxima que reza: la felicidad puede alcanzarse a través de la tristeza. Por regla general, rehuimos de lo feo, lo grotesco, lo monstruoso… porque provoca en nosotros ese sentimiento de desasosiego, de desamparo, de desconcierto (bemusement). Sin embargo, al mismo tiempo y con idéntica intensidad, nos sentimos atraídos por ese lado oscuro que representa todo aquello que se aleja de la belleza, de la armonía, de la perfección…
Tendemos a buscar los defectos, los errores, las imperfecciones… en todo aquello que nos rodea. Todo es criticable y el arte en gran medida. Dismaland es una instalación artística de gran formato y de carácter efímero (clausurada recientemente – 27 de septiembre) firmada por el icono del street art Banksy, cuya identidad es a fecha de hoy incierta. Situada en la ciudad costera británica Weston-super-Mare, sobre las ruinas de la que fuera la mayor piscina pública de natación al aire libre de toda Europa -Tropicana- se monta este tinglado reivindicativo, de denuncia, envuelto en un aire deprimente (dismal) que resulta contagioso tanto para los empleados como para los usuarios del «parque». El artista solía ir allí a menudo cuando era niño.
Aparte de un lugar en la historia reciente del arte –“el fenómeno del año”, según la BBC-, el macabro proyecto de Banksy ya tiene su siguiente destino. “Próximamente… Dismaland Calais”. Sus piezas serán enviadas a Calais para dar cobijo a los refugiados. EL PAÍS 29 SEP 2015.
Se me ocurre que tal vez, relacionándonos MENOS con esa arquitectura de revista que despoja al edificio de su esencia, que lo desliga de lo mundano, que arranca su alma de arte para transformarlo en objeto de contemplación y MÁS con arquitecturas tenebrosas, desgarradas, ensuciadas por el tiempo, aprenderíamos a diseccionar mejor lo bonito que se oculta en lo feo, lo elegante que se camufla en lo grotesco y el orden propio que alberga lo grotesco.
Recientemente tuvo lugar una exposición enmarcada en el Festival de PhotoEspaña 2015: Construyendo mundos. Fotografía y arquitectura en la era moderna, Museo ICO de Madrid. Realizaba un recorrido por la obra de 18 fotógrafos de renombre internacional que, desde principios del siglo XX hasta la actualidad, tomaron la arquitectura como motivo iconográfico central de unas fotografías concebidas conscientemente como artísticas.
Y me caló hondo. Imágenes de edificios-espejo de la sociedad, que no pretenden ser otra cosa que testigos de la realidad, documentos de gran valor… con los que aprender a ver arquitectura.
Fengjie III (Monumento al Progreso y a la Prosperidad), Chongqing, 2007.
Fotografía © Nadav Kander.
Antiguo «Palacio de la Cultura» de la era soviética, Kabul, 2001-02.
Fotografía © Simon Norfolk
Iwan Baan. Torre #1, 2011.
Fotografía © Perry Rubenstein
Quizás ahora sepa apreciar la belleza desde otra perspectiva, pueda permitirme una nueva mirada, se me prenda una vela cuando todo esté lúgubre. […] como la muerte consigue que suspires por la vida. Las sombras cotizan muy alto […] y nosotros no habíamos comprado acciones». Gorka Iriondo
¡Una pena que haya durado tan poco!