El despacho de arquitectura Foster + Partners ha terminado cuatro estaciones que conectan las principales ciudades del Reino de Arabia Saudí (Medina, La Meca, Jeddag y el proyecto de Ciudad Económica del Rey Abdullah), con un tren de alta velocidad de 300km/h.
Haramain high-speed rail | Foster + Partners
Cada estación está concebida como la puerta de entrada a su ciudad y están repleta de espacios para interactuar (reunirse, comprar, comer y protegerse del sol), e inspiradas en las antiguas tradiciones arquitectónicas de la zona, proporcionando un refugio de sombra y protección del sol, creando una columna vertebral de infraestructura para el transporte sostenible en Arabia Saudita.
En su conjunto estas cuatro estaciones de gran tamaño y flexibilidad, ocuparán una superficie 30 veces mayor que la plaza de Trafalgar Square de Londres, acogiendo inicialmente a unos 60 millones de viajeros (aproximadamente seis veces más de pasajeros, de los que suben los al tren Eurostar que sale de St. Pancras de Londres cada año, siendo previsible que esta cifra suba a más de 135 millones de viajeros en 2042.
“Hemos diseñado las cuatro estaciones, dando como resultado un enfoque coherente y una estrategia intuitiva de orientación en toda la red»
Angus Campbell, socio principal de Foster + Partners.
El diseño modular de las estaciones se complementa con diferencias de color, que hacen referencia a las cuatro ciudades. Las estaciones de Medina y Makkah se caracterizan por un gran colorido. La Estación de Makkah hace referencia a la hoja dorada de la Kab’ah y a la importancia de la ciudad como lugar sagrado, mientras que el vivo color verde de la Estación de Medina se inspira en la Mezquita del Profeta.
La Estación de Jeddah se tiñe de un color púrpura muy intenso que tiene una especial resonancia de la ciudad y la estación de KAEC se tiñe de dos colores potentes: el azul y el plata, que son representativos de la modernidad de esta ciudad, siendo la psicología del color y la forma en la arquitectura uno de los leitmotiv del proyecto.
El concepto del diseño, se basa en la arquitectura islámica, utiliza el arco tradicional árabe como base para el diseño del tejado. Todas las estaciones tienen en común una serie de arcos que se elevan hasta 25 metros de altura desde el vestíbulo, complementados por unos arcos de 9 metros a nivel del andén. Sustentados en árboles estructurales independientes, que se repiten en una cuadrícula de 27 metros cuadrados, los arcos se conectan y forman un tejado abovedado flexible. Siguiendo la dirección de los trenes, la distribución de los espacios ayuda a los viajeros a orientarse en las estaciones de forma intuitiva, con pocos cambios de nivel y la posibilidad de tomarse un respiro del calor del desierto en los espacios interiores.
Aplicando un planteamiento modular, cada estación posee un conjunto de fachadas diferentes según su orientación: cuando la visibilidad no es esencial, se utilizan fachadas macizas para reducir la radiación solar. Las entradas acristaladas al vestíbulo y los andenes se ocultan tras una serie de mashrabiyas exteriores y las anchas marquesinas. Cada estación está orientada en función de la trayectoria del sol, desde la Estación de Medina hacia el este hasta la Estación de Makka hacia el norte. Su cambio de posición se articula a través de aberturas en el techo por las que entra la luz del día hasta el vestíbulo para animar el espacio. Por la noche, los focos instalados entre estas aberturas dan la impresión de estar ante un cielo estrellado.
Los candelabros esféricos que cuelgan entre los arcos emiten una luz enfocada, que media entre la escala del tejado y el nivel del vestíbulo que acentúa el ritmo de la estructura.
“Luz, forma y psicología del color, tres claves para el diseño de estas cuatro estaciones, con grandes toques de armonía estructural en su técnica y construcción”
- Fuente: https://www.fosterandpartners.com
- Fotografías: © Rubén P. Bescós y © Foster + Partners
Excelente combinación de diseño y funcionalidad.