La mayoría de las personas sentimos cierta fascinación por las fotos antiguas. Si además se trata de lugares cercanos contemplarlas resulta un ejercicio que va de la fascinación a la nostalgia. De una realidad pasada en blanco y negro a la imagen mental que nos hacemos de su presente. Una transformación del paisaje que se desarrolla en nuestra cabeza. Pablo Gallego Picard ha ido un paso más allá en su proyecto Unha viaxe por… 1929–2009 deriva I. Un viaje por Galicia que muestra en paralelo el mismo punto de vista con 80 años de diferencia.
La historia comienza cuando se le encarga a Luis R. Alonso la realización de un documental que sirviese para mostrar Galicia durante la Exposición Iberoaméricana que desde mayo de 1929 a junio de 1930 se celebró en Sevilla. Lamentablemente su fallecimiento poco después nos dejó con un proyecto inacabado, y un montón de material almacenado hasta que en los año 90 el Centro Galego de Artes da Imaxe restauró un montaje secuencial de la película.
El proyecto de Pablo Gallego consistió en revisitar todos esos los lugares para colocar su cámara en esa misma ubicación original y rodar las mismas panorámicas. Al mostrarnos esas dos visiones simultáneamente lo que pretende es evindeciar la constante transformación del paisaje. Citándolo textualmente, “tal vez sea porque el paisaje como tal ya no está -simplemente es-”.
Al ver el vídeo no caigamos en la trampa de la nostalgia. Una foto o una película tan solo son instantáneas del pasado, y lo realmente interesante es pensar en el porqué de ese cambio. Ahora resulta duro comprobar que lo que antes era una playa pública ahora son canchas de tenis privadas. Pero tanto una como otra situación responden a los intereses que en cierto momento del tiempo primaron, y sin duda fruto de una sociedad que de una manera u otra lo consintió. Y no sabemos lo que mañana o pasado será ese lugar.
Excelente trabajo. Afortunadamente no me ha resultado tan deprimente y devastador como pensaba.
Hay horrores, por supuesto, pero también cosas relativamente bien conservadas y un manto arbóreo incluso mayor que antes en algunas zonas (en algunos casos no solo de pinos y eucaliptos).
Eso sí, ríos y rias han sido destrozados con la espantosa y galopante urbanización.
Gracias y saludos.
Gracias José Luis por el comentario.
Comparto contigo las mismas sensaciones cuando lo vi.
Un saludo
Pablo Gallego ya dejo su huella desbastadora al lado del río Miño en Goian , llevándose una terraza formada por aluviones de las crecidas del río desde la primera etapa de la era cuaternaria, se la llevo por delante en una zona protegida de Red Natura. Fiscalía ya lo paso al juzgado de Tui .No entiendo como ahora quiere lavar su imagen si sus obras son las fieles muestras del feismo. La cafetería que hizo en la zona de especial protección de aves todavía no tiene licencia, una obra llena de despropositos .
Hola Alicia, gracias por el comentario y compartir tu opinión sobre Pablo Gallego.
La verdad es que no conozco en profundidad la legalidad o no de los proyectos que comentas, así que prefiero no comentar nada al respecto. De todos modos no estoy de acuerdo contigo en que su intención sea la de lavar su imagen con el proyecto al que hago referencia en este artículo, ya que no es el primero de este cariz en el que se embarca, como ‘A aldea terromota’ de hace unos años.
Un saludo
Gram trabajo, gracias por compartirlo.
Me veo en la obligación de añadir un par de comentarios a los que la tal señora hace mención… Primero decirle que el proyecto que aquí se muestra, y al cual agradezco su cobertura, es en su concepción y realización bastante anterior al otro proyecto que parece no gustarle.. Segundo recordarle que las diligencias abiertas, gracias a su enorme empeño, han sido archivadas…Tercero me gustaría recuperar de su cierta desmemoria que en el lugar donde se actuó -playa de Goián- había, encima de sus tan queridas terrazas cuaternarias, una carretera asfaltada, que se eliminó para recuperar el mermado ámbito de la playa, y cinco canteras que se restituyeron siguiendo los dictados de patrimonio y demás organismos oficiales, para uso y disfrute de todo el mundo. Cuarto, en cuanto a la cafetería que hace mención, todavía no está construida, pero lamento comunicarle que cumple con toda la normativa estipulada, algo que por cierto no hacían los dos chiringuitos ilegales que existían en el lugar y de los cuales usted parece haberse olvidado…tal vez porque defiende los intereses de los expropiados, lo cual me parece legítimo. Por último le agradecería a esta Sra, si tiene a bien, que siga estableciendo todas las diligencias que desee en los tribunales, pero eso sí ahorrándose todo tipo de difamaciones, hasta ahora gratuitas,