Escondida entre los pinos del monte Abantos en San Lorenzo del Escorial nos encontramos con la Casa Levene, realizada por el Arquitecto Eduardo Arroyo para su propietario y también Arquitecto Richard Levene, editor de la revista de Arquitectura El Croquis.
La construcción de esta vivienda unifamiliar se ha supeditado a la pre-existencia del bosque en el que se emplaza y se ha diseñado con el máximo respeto hacia la naturaleza junto a la normativa existente que exigía unas pendientes de cubierta determinadas. Aprovechando al máximo las cualidades que ofrece la naturaleza se comenzó por elaborar la traza volumétrica del edificio adaptándose al arbolado existente, dejando que sea la naturaleza la que elija la manera de ser vivida.
Así, para la concepción de esta vivienda Eduardo Arroyo se hizo la pregunta de si somos capaces de construir algo respetando al máximo la naturaleza existente evitando hablar de sostenibilidad, energías alternativas o ecología como barniz de contemporaneidad y corrección política.
Tal y como podemos leer en la entrevista publicada a Eduardo Arroyo en el diario El mundo:
Nos presenta la casa como el anti-bosque: una construcción que culebrea entre los huecos que dejan los árboles y rellena el aire que dejan en medio. Arroyo se esmera en explicarnos que uno de los esfuerzos bonitos de la arquitectura es no ser “estructuralmente pornográfico”, es decir, no mostrar todo lo que se hace.
Lo dice porque en la Casa Levene no se intuye qué elementos fijan la casa. La estructura metálica no podía profundizar excesivamente entre las decenas de árboles que tenía la finca -sólo se talaron siete árboles y porque estaban enfermos- pues una cimentación gruesa podía colapsar las raíces.
Dentro de un bosque, y para no desentonar, la normativa municipal obligaba a un revestimiento de pizarra, por lo que se optó por vestir la vivienda de basalto traído de Mongolia, “más barato que extraerlo del subsuelo segoviano”, aclara.
En el interior, la vivienda se convierte en un juego. Gran parte de la zona superior se destina al ocio, y se compartimenta gracias a grandes tabiques móviles. En este espacio lúdico, de paredes recubiertas con una resina epoxi, predomina el amarillo. Los epoxis suelen usarse en capas de imprimación, tanto para proteger de la corrosión como para mejorar la adherencia de las posteriores capas de pintura. Según se desciende, la casa se vuelve de color azul en las zonas vivideras: cocina, salón y dormitorios, que dan a la terraza.
Datos Generales: Obra: Casa Levene Situación: San Lorenzo del Escorial, Madrid Arquitecto: Eduardo Arroyo / NO.MAD arquitectos. Año: 2.002-2.006Fuente: El blog de QUADRATURA arquitectos
Vi esta vivienda en la serie de Netflix The world must extraordinary homes y me fascinó!!!!
Es una gran vivienda conceptualmente