Las llaves son un instrumento que se usa para activar las cerraduras que sean parte de algún objeto que se pretende proteger de extraños; se dice que su invención fue alrededor del Siglo VII a.C. y se le atribuye a Teodoro de Samos, arquitecto, escultor e inventor precisamente de la isla de Samos de la Antigua Grecia.
Las llaves son símbolo de poder, de seguridad, tanto que nos permiten entrar a lugares restringidos no aptos para cualquiera.
Las llaves empezaron siendo de madera y de grandes dimensiones; en el antiguo Egipto, servían para proteger las residencias de las personas de la clase social más alta. Los romanos y los griegos fueron quienes las popularizaron; ya eran accesibles para todos. Por ello fue que las llaves al mismo tiempo de significarse seguridad, se asociaban directamente con el objetivo ya que se volvieron como un anuncio de que estaban resguardando algo de gran valor y es por esto que al poco tiempo aparecieron los ladrones que pudieron superar todas y cada una de las innovaciones e implementaciones que se les hicieron a las llaves.
Hoy en día, la tecnología forma parte importante de nuestras vidas, tanto que parece difícil imaginarse vivir sin ella; la encontramos en cada rincón al que miremos y en cada espacio en el que estemos. Hoy nos hemos vuelto totalmente dependientes y es lógico que queramos tener las facilidades que la tecnología nos ofrece en uno de los espacios más importantes de cada ser humano, como lo es nuestra vivienda.
Esto lo podemos lograr gracias a la domótica, que viene del latín “domus” que significa casa y del griego “tica” que significa automática, es decir que funciona por si sola. La domótica es el control integrado de dispositivos eléctricos y electrónicos de una vivienda o un edificio, donde se automatizan gran número de objetos.
La domótica comprende 5 grandes ramas en las que se puede desarrollar como lo son:
- Ahorro energético: Este se refiere a tener una gestión eficiente de todos los aparatos o sistemas que existen en la vivienda sin necesariamente tener que sustituirlos.
- Confort: Se refiere a todas las actuaciones que puedan llevar a cabo que mejoren la comodidad en la vivienda y estas actuaciones pueden tener un carácter pasivo, activo o mixto.
- Seguridad: Consiste en crear una red encargada de proteger los bienes patrimoniales, la seguridad personal y la vida de los habitantes de la vivienda.
- Comunicaciones: Esta rama comprende los sistemas de comunicaciones que posee la vivienda, ya sea dentro o fuera de la misma, puede crear comunicación entre dispositivos, generar reportes de consumo, asistencia médica, entre muchos otros.
- Accesibilidad: Esta rama se refiere a las aplicaciones o instalaciones de control remoto del entorno que favorecen la autonomía de las personas con limitaciones físicas a causa de cualquier tipo de enfermedad y/o discapacidad.
En este artículo, quiero enfocarme particularmente en un sistema que puede comprender 3 ramas de la domótica, como el confort, la seguridad y la accesibilidad. Se trata de las cerraduras inteligentes
Las cerraduras inteligentes
Las cerraduras inteligentes son gadgets que están pensados principalmente para brindar mayor seguridad, mayor facilidad al abrir y cerrar, crear una interacción mayor con la puerta misma y con los eventos que se pueden llevar a cabo en ella.
Actualmente ya existen cerraduras con llaves y sin llaves como tal, ahora hacen su función con las aplicaciones de asistentes personales como Alexa de Amazon, Siri de Apple y el Google Assistant de Google, obviamente. Se trata de cerraduras inteligentes que pueden ser manejadas por medio de un PIN de seguridad, que para algunas personas es mucho más cómodo. En estos casos, las cerraduras inteligentes pueden ser controladas a distancia, así el usuario puede verificar el estado en el que la cerradura se encuentra y abrirla o cerrarla por medio de comandos de voz.
Para lograr esto, se necesita un accesorio que permite integrar estas cerraduras inteligentes dentro de la casa-habitación conectada. Se trata de módulos distintos, que son compatibles con los sistemas más conocidos como el Z-Wave, Zigbee o HomeKit.
En el caso de la compatibilidad con Apple HomeKit, se permite la integración con la app Apple Home que se puede tener instalada en un iPhone, iPad y Apple Watch; y su uso a distancia por medio de Siri. De forma paralela, también se puede usar la app Yale Secure para controlar la cerradura, añadir o eliminar dispositivos, gestionar hasta 25 códigos PIN o ver el estado de la batería. En el caso de la compatibilidad con Alexa de Amazon, los sistemas en los que se basa son Z-Wave o Zigbee de forma que se puede usar un dispositivo Amazon Echo para poder controlar con el uso de la voz las distintas cerraduras integradas en casa. Además, estas cerraduras se pueden integrar en el ecosistema SmartThings de Samsung.
Unas de las alternativas que mas interesantes me parecen son la “August Smart Lock” que es un complemento tecnológico que se puede colocar en cada puerta de la casa; permite adherirlo a una puerta tradicional y así obtener su controlo total por medio de un smartphone y su app específica por lo cual debe estar conectada a Wi-Fi o Bluetooth. Lo interesante de esta cerradura es que aprovecha el espacio de la cerradura ya existente. Se trata de quitar el mecanismo que permite la apertura manual y reemplazarlo con este kit, que está compuesto de una cerradura y los anclajes necesarios. No necesita herramientas complicadas y una vez instalada solo hay que descargar la app que está disponible tanto para iOS como para Android y calibrar el sistema de giro antes de activar la cerradura y como todo el sistema se coloca al interior de la puerta, la apariencia sigue siendo la misma.
De esta forma podemos tener un control de acceso en casa o en el trabajo aunque no estemos presentes. Además se trata de un sistema que es compatible con la mayoría de estos tipos de cerraduras del mercado. Este sistema tiene sin embargo un pero y es el precio, ya que cada unidad de Smart Lock tiene un precio de cerca de $5,000 pesos mexicanos, por lo que su instalación en todas las puertas de una casa o de una empresa puede suponer un costo importante.
Otra alternativa que me llama la atención es la “SmartCode” de Kwikset, esta empresa ya tiene cierta experiencia en este campo de las cerraduras inteligentes y cuenta con varias soluciones en el mercado; este modelo se caracteriza por ser compatible con Samsung SmartThings y ahora con Alexa de Amazon. Las cerraduras SmartCode permiten el uso de hasta 30 códigos de seguridad a la vez que un código principal de usuario se encarga de mantenerlas a salvo de usuarios no deseados. Estos códigos pueden ser usados bien desde el móvil o bien con la pantalla táctil que incluye la cerradura. Y para más seguridad cuentan con encriptación de 128 bits. Esta alternativa se pueden encontrar fácilmente en el mercado con un precio de al rededor de $5,000 pesos mexicanos, precio muy parecido al de Smart Lock.
Y finalmente, “Xiaomi Vima Smart” es una alternativa que parece ser no tan innovadora pero es muy interesante y parece explorar un nicho que nunca antes había sido explorado. Esta cerradura inteligente es curiosa, pues aunque se conecta a nuestro smartphone cuenta con la particularidad de olvidarse del mismo para su uso. No, no vamos a usar el smartphone a modo de llave como en otras opciones. Para acceder a Xiaomi, tenemos que usar una de las 5 llaves codificadas que vienen con la cerradura. Y como mencionaba anteriormente, esto es muy poco innovador, es acrecentar la colección de llaves en el llavero que llevamos con nosotros día a día. Lo interesante está en la cerradura programable. Se puede configurar la cerradura desde nuestro smartphone según las necesidades. Así podemos entre distintas funciones, determinar plazos en los que estará inactiva, determinar que llave puede abrir y en qué momento o incluso hacer que debamos usar una combinación de llaves para abrir la puerta. Es un sistema que además avisa si alguien intenta acceder a la casa con otra llave o de si hemos dejado la puerta abierta. Y si se llegan a perder las llaves, o alguna de las llaves, podemos configurar la cerradura para que el conjunto de esas cinco llaves no tengan acceso a la puerta y nieguen o eliminen la posibilidad de abrirla con esas llaves. Es una cerradura que como la anterior, puede adaptarse al hueco de la cerradura convencional pre-existente en la puerta, por lo cual viene en cuatro medidas distintas. Un sistema que cuenta con una batería interna que hace que no requiera de instalación eléctrica. Además, si la batería se agota nos avisa directamente en el smartphone. Esta alternativa es la más económica de las 3, ya que su costo ronda por los $1,500 pesos mexicanos.
La alternativa a las cerraduras inteligentes
Mi propuesta se basa en el tipo de control de accesos que normalmente se utilizan en las oficinas hoy en día; son las tarjetas de proximidad, una alternativa muy conocida por todos ya que cada vez son más las empresas, hoteles, oficinas, etc. que las utilizan. Este sistema ayuda a obtener mayor información de las personas que acceden, cuando acceden y como acceden, creando así un ambiente más seguro y protegido. Además, este sistema permite configurar los derechos de acceso, o sea, generar franjas de horarios, negar el acceso a ciertas personas a ciertas zonas, etc. Es un sistema que es muy cómodo, sencillo y rápido por lo que mi propuesta es llevar este sistema a la casa-habitación de todos. Si funciona tan bien en lugares que en teoría son más inseguros por los flujos de personas que se presentan en ellos, ¿porqué no probarlo en casa-habitación, en dónde las personas que llegan son con previo aviso, ocasionalmente y en cantidades relativamente bajas?.
Si bien, en una casa habitación no es necesario “fichar” a las personas que entren, solo es dar el acceso a las personas que cuenten con la tarjeta programada para lograr acceder; hablar del cambio de llaves a una tarjeta quizá suene un poco complicado para algunas personas, porque por si solas, una llave representa seguridad, es cuestión de evolucionar, hace algunos años, el tener el dinero en efectivo en nuestras manos igualmente significaba seguridad y poder, cuando se crearon las tarjetas bancarias mucha gente no confiaba en que fueran 100% seguras y actualmente aún existen personas que prefieren cargar todo su dinero consigo o guardarlo debajo del colchón. Creo que este cambio de llave a tarjeta podría parecerse un tanto al ejemplo del dinero que expuse en el párrafo anterior, sin embargo si sería una herramienta más práctica, que pesa menos, que ocupa menos espacio y no necesariamente tendríamos que tener una mano libre para poder accesar a la casa. Gracias a su forma de tarjeta cabe perfectamente en nuestra cartera, en nuestro bolsillo de la camisa, en las bolsas del pantalón, en fundas de nuestro smartphone, etc. por lo que creo que es mucho más manejable y con mucho menos facilidad de perderse. Y como podemos traerlo en los objetos que traemos más tiempo en las manos, solo es necesario pasarlo cerca del lector para obtener el acceso.
Este sistema que propongo, quizá sea el menos innovador, pero sin duda creo que es el menos complicado y el más económico, al final solo nos estamos cambiando el proceso de sacar el llavero, buscar la llave indicada, insertarla en la cerradura, dar 2 o 3 vueltas, abrir y sacar la llave, por solo sacar la tarjeta o “el contenedor” de la tarjeta (cartera, monedero, celular, etc.) y pasarlo por el lector. Claramente esto nos ahorra muchísimo tiempo y la practicidad es mucho mayor; y esto solo es para cuando estamos fuera de la casa y necesitamos accesar. Cuando nos encontramos al interior de la vivienda, ni siquiera necesitamos de la tarjeta para poder cerrar. Necesitamos un botón de salida sin contacto, en el cual necesitamos pasar cerca la mano para que abra el seguro y nos permita abrir la puerta.
Es un sistema que requiere pocos componentes para funcionar, lo que requiere es:
- La cerradura con lector de tarjeta de proximidad, mango de apertura y bloqueo de tarjetas.
- Botón de salida sin contacto.
- Chapa magnética de bloqueo con temporizador.
- Tarjetas de Proximidad.
Al final, todo esto tiene un costo aproximado de $2,500 pesos mexicanos, siendo lo mas caro, la chapa magnética que es el 60% del costo total.
Como conclusión, este sistema es un de los mas accesibles que existen en el mercado actual, que quizá no es el más innovador, pero sin duda es de los más prácticos y seguros; si se llega a perder una tarjeta, simplemente se bloque y se programa una nueva, que igualmente es más sencillo que cambiar la cerradura completa y sacar copias de nuevas llaves.
Sobre el autor:
Las maravillas de la tecnología. La verdad es que hoy en día podríamos contar con sistemas de seguridad de lo más sofisticado. El único problema es que todavía presentan un precio algo excesivo. Un saludo
Con el tiempo esta clase de sistemas serán los únicos que existan. Ya se están empezando a implantar de forma normal. Un saludo
Lo más sorprendente es como hemos avanzado y la cantidad de cambios que ha hecho posible la tecnología. Una verdadera locura. Un saludo
Sin duda, la transformación al hogar inteligente es imparable.
Se trata de un gran avance. Muchas gracias por todos los datos. Las casas cada ve un poco más cómodas gracias a estas posibilidades tecnológicas.
Amigo disculpe dispongo de una cerradura que no le da lectura a la tarjeta se ensiende la luz en azul y despues en rojo tengo ese problema que es de configuracion o algo de la tarjeta en la cerradura