Uno de mis propósitos para 2018 está siendo leer al menos un cómic al mes. En junio ha caído El Fantasma de Gaudí, con guión de El Torres y dibujo de Jesús Alonso Iglesias. Un cómic editado a todo color por Dibbuks, 124 páginas en cartoné que se puede encontrar por 20,90 euros.
Su guionista confiesa en los extras del final que le costó mucho encontrar un argumento que le convenciese. Tratando de ser original llegó a amar y odiar el proyecto al mismo tiempo. Justo los sentimientos que hacia Gaudí trasladaría a varios protagonistas de la historia. Finalmente se decantó por un thriller.
El Fantasma de Gaudí
Una serie de asesinatos salpican de sangre y cadáveres mutilados las obras del genial arquitecto en Barcelona. Inmediatamente se pone en marcha una investigación policial. De forma paralela Antonia, una cajera de supermercado, se verá involucrada tras salvar a un anciano de morir atropellado por un tranvía. Prácticamente la única nota autobiográfica sobre el arquitecto. Un anciano que misteriosamente aparecerá y desaparecerá varias veces frente a la cajera. Convencida de que se trata del mismísimo fantasma de Gaudí, abandonará su trabajo para intentar aclarar el misterio. Y como no quiero entrar en spoilers, tendrás que leerlo para saber como sigue.
La lectura es ágil, me lo leí dos veces. Como la historia me enganchó rápidamente quise acabarlo cuanto antes. Así que dejé lo de fijarme en el dibujo y la estructura para una relectura posterior.
No sé porqué, con ese título, imaginaba que encontraría multitud de viñetas homenaje a su arquitectura. Y realmente no es así. Por sus páginas desfilan multitud de ellas, pero el tono negro de la historia no daba para imágenes luminosas. Mejor apuntar hacia las esquinas, los recunchos como decimos en Galicia, que a los planos generales y descriptivos. Y los primeros planos tampoco definen los detalles. Todo parece difuminado, oscuro o a contraluz, como la historia.
Pero acabas satisfecho. El Fantasma de Gaudí te ofrece un recorrido por todo lo que esperas encontrar. Desde la Casa Vicens a la Sagrada Familia. Y no resulta pedántemente didáctico como se corre el peligro al enfrentarse a una obra de este tipo. Se apuntan curiosidades, detalles reales. Si quieres saber más, la bibliografía es infimita.
Y los paisanos del arquitecto están de suerte porque con Els Fantasmes de Gaudí podrán leerlo en catalán.
Deja una respuesta