La relación que existe entre las patologías de las viviendas y su influencia en nuestra salud está comprobada. Hay evidencias en estudios, como el de Joana Ortiz y Jaume Salom, en el que menciona algunas de las patologías que afectan a la salud como son las temperaturas altas en verano y bajas en invierno, los problemas de humedades y hongos, los bajos niveles de calidad del aire así como los fuertes niveles de ruido. Aparentemente todos estos factores ambientales que nos pueden hacer enfermar son invisibles y sólo percibimos y sufrimos sus síntomas: como el cansancio, dolores de cabeza, tos, infecciones recurrentes, picores y alergias.
Desde el año 1982 la Organización Mundial de la Salud (OMS) tipificó el Síndrome del Edificio enfermo que reúne la mayoría de estos síntomas. Por suerte cada vez más se implementan estándares de Energía Casi Nula como el conocido Passivhaus o Minergie (entre otras), que aseguran una correcta ventilación constante además de una recuperación de calor. Por tanto, estas certificaciones exigen una calidad constructiva que soluciona estas patologías mencionadas.
Podemos afirmar que una vivienda es saludable cuando proporciona bienestar y salud, cuando no genera ni agrava ninguna enfermedad, cuando tiene iluminación natural, cuando la temperatura, la humedad y las condiciones acústicas están dentro de los limites de confort, cuando no hay emisiones de contaminantes de origen físico, químico o biológico, y por último cuando las instalaciones no emiten ni reciben contaminación electromagnética ni de radioactividad
Apostar por una vivienda saludable
El problema de las contaminaciones es que muchas veces no pertenecen al lugar sino que provienen de materiales empleados, instalaciones, falta de higiene o incluso limpieza. Por no hablar de los propios ocupantes del edificio, los cuales pueden ser una de las fuentes más importantes, ya que el ser humano es capaz de producir de forma natural dióxido de carbono, vapor de agua, partículas y aerosoles biológicos, siendo el responsable a su vez de la presencia de otros contaminantes como el humo del tabaco, que contiene de por si más de 3.000 compuestos, entre ellos el monóxido de carbono.
El CO2 es un parámetro que por sí solo puede aportar información valiosa y es muy útil su medición en conjunto con el resto de parámetros de calidad del aire para ver la relación que existe entre su valor y parámetros como la ventilación, emanaciones tóxicas, presencia de moho, humedad e higroscopicidad. El valor de confort establecido es de 1000ppm, y según los estudios realizados en verano el nivel de co2 en el interior de una vivienda se encuentra dentro del rango del confort mientras que en invierno lo supera altísimamente. Esto da que pensar que la ventilación que solemos hacer en verano para que la vivienda refresque y ventile favorece el buen grado de ventilación mientras que en invierno, por no perder el calor del interior de la vivienda, no se ventile tanto o no se ventile.
Ocurre lo mismo con el análisis del CO2 contenido en la vivienda a lo largo del día. Es los momentos de la noche, cuando la ventilación manual no es posible durante las horas de sueño, es cuando la calidad del aire empeora y los valores de humedad aumentan significativamente.
Recomendaciones y propuestas:
Existen estudios de biohabitabiliadad llevados a cabo por equipos de técnicos cualificados, que comprueban los parámetros del interior de la vivienda. Otra opción es adquirir un medidor de CO2, el cual se ha convertido en uno de los instrumentos de moda con el COVID 19.
Los medidores de CO2 son instrumentos relativamente asequibles y fáciles de utilizar que miden el dióxido de carbono. También hay otros dispositivos que controlan «la calidad del aire» de forma global, si bien el aire per se es heterogéneo. Así, puede ofrecer la medición de sustancias como el propio CO2, pero también materia particulada u otros compuestos orgánicos volátiles, algunos de los cuales los encontramos en la monitorización que llevan a cabo dispositivos comerciales como los purificadores de aire. En aparatos de uso doméstico será habitual encontrar dispositivos de calidad del aire y no solo de CO2, esto quiere decir que te ofrece información más completa como la temperatura, humedad, ruido y CO2.
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